En mi anterior publicación, hablé un poco sobre el marketing político, y cómo es que este está evolucionando. Desde ya hace algún tiempo, los políticos, y mayormente, candidatos, han utilizado diversos métodos para poder llegar a las personas, desde promesas hasta eventos sociales multitudinarios, pero, ¿Qué es lo malo en todo este proceso?, para responder a esta pregunta, y también entrar de lleno en nuestro tema, que es los candidatos políticos como marcas, tenemos que analizar un poco a la sociedad peruana, para esto, al final de este artículo les dejo los datos estadísticos más relevantes para poder analizar y comprender todo lo escrito acá. Para empezar, tenemos que darnos cuenta que el Perú se divide en costa, sierra y selva, teniendo a la mayoría viviendo en la costa (54.6%), seguido de la sierra (38%) y por último lugar la selva (9.4%), luego de obtener estos datos, tenemos que analizar la población por ciudades, teniendo la capital como la de mayor población con un aproximado de 30%. Todo esto es por el lado demográfico de nuestra sociedad, pero para entender más a fondo esto, tenemos que analizar los datos de alfabetización, y es aquí en donde creo se encuentra todo el problema, si vemos las cifras que nos brinda el INEI (Instituto Nacional de Estadística e Informática) tenemos mucho de qué preocuparnos, por ejemplo, solamente el 31.1% de nuestra sociedad tiene estudios superiores, que en cifras numéricas son 5 922 674, de un total de cerca de 30 814 175 de habitantes. Esto nos da a entender que los peruanos no queremos cosas complicadas, como el plan de gobierno o extensas charlas de debate sobre estrategias políticas. Solo teniendo estas cifras, los políticos saben que para que puedan ser elegidos, tienen que adaptarse al nivel educativo de la sociedad en la que se encuentran, que en nuestro caso, es baja. Es por tal motivo, que los candidatos se venden como marcas de entretenimiento, la labor principal es la de entretener a una sociedad que no se esfuerza por fiscalizarlos ni mucho menos obligarlos a presentar las cuentas claras. Realmente el consumidor peruano no es emocional, sino que es falto de información, no tiene la necesidad de hacer, ni tampoco la siente, simplemente con que le caiga bien, o le regale algo ya se siente identificado. Los peruanos no ven a los candidatos como personas capaces que puedan mejorar al país, sino solamente como personas que puedan darle entretenimiento y regalos mientras dure la campaña.
Enlaces de cifras estadísticas y numéricas sobre la población peruana:
1) http://www.inei.gob.pe/media/principales_indicadores/libro.pdf
2) http://web.archive.org/web/20121114041408/http://www.inei.gob.pe/Anexos/libro.pdf
3) http://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib1157/libro.pdf
Autor: Diego A. Carrillo Abanto Estudiante en Comunicación & Marketing. Enfocándome en la administración de procesos, logística de procesos y optimización de la línea de producción. |